Lo anecdótico de esta situación fue que cuando hablaba de su trabajo solo se quejaba y veía el lado negativo del mismo. Hicimos el hashtag#ejercicio (con mucho esfuerzo) de ver lo positivo a lo cual indicó: “practiqué más de lo que esperaba el inglés, resolví muchos problemas, aprendí como manejar situaciones difíciles, ayudé al gerente a organizar al equipo de trabajo y aporté con ideas para dar un mejor servicio”. Luego que Juan terminó de comentar, se dio cuenta que esta experiencia había sido enriquecedora, pero no lo había visto por estar en un rol de víctima donde veía todo negativo.
Cuando tomó conciencia de lo aprendido, su actitud hacia su futuro cambió, se sintió orgulloso de lo que había logrado y lo que podía ser capaz de hacer y ser. A partir de ello generamos la segunda sesión en la cual con una mentalidad más abierta pudimos descubrir más fortalezas. Actualmente está siendo protagonista de su futuro trabajando su estrategia de empleabilidad, la cual le está dando frutos ya que actualmente se encuentra participando de algunos procesos de selección asociados a los rubros y áreas de interés.
Reflexión: Existe lo negro en contraste con lo blanco, si nos encontramos con alguna situación difícil o negativa, pensemos cuál es la parte positiva de la misma. Démonos el tiempo para pensar, abrir nuestra mente y ampliar nuestra perspectiva. En la medida que nos quejemos somos víctimas de las circunstancias, en la medida que vemos las oportunidades y aprendizajes podemos ser protagonistas de nuestro destino.