¡No eres tú, soy yo!





Por: Frida Marticorena



11 de agosto de 2022



Ayer estuve tomando café con una colega y me comentó una anécdota que le pedí compartir con ustedes. La invitaron hace unos meses por el día de la madre a brindar una conferencia presencial sobre el rol y las oportunidades de la mujer en las hashtag#organizaciones que debía durar 90 minutos. Era su primera conferencia presencial luego de toda esta época de pandemia. Llegó el día de la conferencia y estuvo 30 minutos antes de la hora acordada. Todo estaba listo: micros, audios, materiales. Era la hora de iniciar y había pocas participantes, un aproximado de 15 personas. Sin embargo, la coordinadora le dijo que no se preocupara que el resto estaría por zoom y que ya le habían conectado la cámara. Un poco confundida, pasó a ubicarse en el podio frente a la cámara para iniciar la conferencia. Había 60 personas en línea y 15 en sala. Cuando iba a iniciar la conferencia la coordinadora le pidió que esperara al director de la Organización para que diera las palabras de bienvenida, lo cual no sucedió hasta 40 minutos más tarde de la hora programada y duró casi 15 minutos entre protocolos y discurso. Finalmente, la conferencia se realizó con 55 minutos de retraso con menos de la mitad de las participantes, ya que se habían desconectado.






La conferencia se dio, el objetivo del área de RRHH se cumplió, pero ¿qué le quedó de experiencia y aprendizaje a las participantes? ¿Cuál fue el valor para las participantes de haber asistido al evento? ¿Por qué asistiría a otro evento organizado por RRHH? Es importante que un gestor de RRHH brinde ofertas de capacitación atractivas en diseño, contenido y metodología a sus clientes internos y los deje libres para decidir por tu oferta, sino no lo hacen, averigua qué es lo que está faltando. No son ellos, somos nosotros los que debemos replantear nuestros, productos, servicios o estrategias.